LOS SITIOS DONDE AMÉ LA VIDA

Nunca he sido una persona hábil para las manualidades; nadie mejor que mis amigas del colegio para dar fe de todos los problemas que tuve para hacer un pinche dibujo; siempre recurría a mi famoso paisaje que todos se sabían de memoria. También sentía mucha frustración por no poder ver esa famosa tercera dimensión que me sacó canas hasta en la universidad (y que todavía no veo). Adicionalmente, mi hermana mayor conoce varias historias de mi gran capacidad para arreglar collares, pegar botones y hacer remiendos...

Pero a falta de esta, a mi modo de ver, la vida me dio una habilidad mucho mayor: La imaginación! Entre lo que sueño y lo que pienso, bien podría ser uno de los personajes del próximo libro de Isabel Allende. Claro que confieso que esta "habilidad" me ha hecho malas jugadas desde chiquita, cuando me convencía y podría jurar en una biblia que lo que había en mi cabeza era verdad. Ciertamente mi imaginación ha sido muy real y mágica a la vez.

Ahora que estoy un poquito mas grandecita y que aprendí a conocer mi mente, les aseguro que no me estoy enloqueciendo y sé diferenciar la realidad de mi real imaginación. Lo maravilloso es que se me hace fácil pasar de una a la otra, creo que es un sano escape, una gran terapia.
Algo que me facilita el sumergirme en mi imaginación es la música, y últimamente la gran musa de mi imaginación es Mercedes Sosa. A veces voy en el metro con mis audífonos, ella de fondo y cuando me doy cuenta estoy haciendo cara de idiota con todo lo que hice, dije y vi durante ese "vuelo"
Con cara de idiota me refiero en serio a cara de idiota; Inclinando cabeza hacia atrás (si estoy parada y apoyada de espalda) o hacia abajo (si estoy sentada) sostenida por las manos que se apoyan en las rodillas. Pero eso si, siempre, siempre, mirando hacia arriba... si yo fuera una pasajera del metro y me viera en esas, me asustaría!

Todo este cuento de la imaginación simplemente va a que durante las interminables horas que paso sola en el metro, he vuelto a esos sitios que me hicieron feliz alguna vez, no he cambiado nada, bueno, a veces digo mas cosas de las que decía en aquella época. Pero también me la paso conociendo nuevos lugares, donde están esas personas que me han hecho feliz alguna vez; por ejemplo en 1 mes tengo una cita con el nacimiento de un sobrinito, en 2 meses exactamente estaré camino al matrimonio de una de mis mejores amigas, en 3 meses conoceré a los 2 grandes amores de mi vida y, en diciembre cuando tome el metro de nuevo volveré a pensar con cara de idiota "Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida"