Cronica 5 - enero 12




Y arrancó un nuevo año, con menos pelo en mi cabeza, pero con un hermoso anillo adornando mi dedo anular.



Las vacaciones de diciembre no pudieron ser mejores; el show de Les Miserables, días compartidos con la familia de Peter, Paris enamorada, año nuevo con mi hermana - cuñado y sobrinos y finalmente pedida de mano al mejor estilo de Mr. Darcy.
Fui muy feliz en diciembre, cumplí 30 años llenos de amor, planes, sueños, ilusiones, fuerza, coraje y sobretodo ganas de cumplir 31 y luego 32 y así sucesivamente hasta más o menos los 85 (tampoco es mucho pedir, ¿no?)
Fueron unos días en los que intenté al máximo olvidarme de lo que se venía, pero lógicamente no fue posible. Debido a la ausencia de especialistas de sarcoma en Colombia, Peter y yo decidimos consultar opciones en Londres y Berlín; ambos especialistas concluyeron que la quimioterapia, aunque no tiene ninguna garantía, en mi caso parece ser el mejor recurso y debía ser empezada inmediatamente. También insistieron que era viable pensar en sesiones de radioterapia al terminar la quimio para garantizar que estaba peleando con toda.
Creo que el hecho de buscar tantos especialistas (si hago la cuenta entre los que he consultado directa e indirectamente son 10 oncólogos) no es porque quiera que alguien me dé un diagnostico diferentes, es solamente el ideal de que un profesional me diga “todo estará bien”
Después de hablarlo con profesionales y de escuchar a mi propio cuerpo y mente, confirmé el inicio de mi quimioterapia para el 6 de enero y decidí hablar con mi médico (que aun está de vacaciones) sobre la posibilidad de hacer radioterapia.
El 4 de enero le dije hasta pronto a Europa, Peter regresó a Hong Kong porque alguien tiene que trabajar para pagar el matrimonio (mentiras mi amor!) y yo tomé mi vuelo a Medellín a iniciar mi odisea…. Con la EPS!
Para resumir el cuento de la EPS porque es tema aburrido, les cuento que en teoría todo estaba aprobado y después de esperar 3 horas para que me dieran las ordenes, me informaron que el auditor había puesto mal un código de un medicamento No POS y había que volver a radicar. Por si fuera poco, los medicamentos POS me los habían “desradicado” (si esto es posible) porque el sistema arrojaba que yo tenía medicina prepagada.
Al final, la EPS y la prepagada se están peleando por mi…. Por no cubrirme.
Y yo, con todo listo para iniciar quimioterapia al día siguiente, tuve que salir a pagar particular. Mientras tanto, esperar a que ellos “se comuniquen conmigo cuando tengan agenda”


Sobre la Quimio
Extrañamente, el día de la quimioterapia no tuve miedo. No me sudaba la nariz ni el cuello, ni tenía ganas de vomitar. Al contrario, me levanté feliz, con la convicción de que iniciaba una terapia venenosamente curativa. Decidí sentir en mi cuerpo todo el proceso, fui con toda mi energía concentrada para aguantar lo que fuera. Bueno, casi todo…
Lo que no me aguanté fue una tonta a mi lado, de unos 25 años y 3 metros de estatura hablando de lo incurable que eran el cáncer de hígado, hueso y piel y de cómo su vecina con cáncer de seno ya estaba en las ultimas. Yo en mi momento zen había decidido ignorarla y escuchar música, pero el destino no quiso que fuera así y mi teléfono empezó a fallar; no tuve más remedio que buscarla con la mirada y en el momento que la pobre vieja pensó que yo iba a participar de su amena conversación con la señora de al frente que además lloraba, le proporcioné mi típica mirada de culo y le lancé “Mire niña, si usted va a hablar de cosas tan tristes y traumáticas, le pido el favor que baje la voz porque a mi CERO me interesa escucharle esas historias”
¡Mi mamá quería pagar escondedero, yo me voltee y allí si me empezaron a sudar manos y cuello pensando que esta mujer se iba a convertir en súper sayayin y me iba a chuzar el suero!
Gracias a Dios, el divino niño, ángeles y arcángeles, vino una enfermera inmediatamente a cambiarme de sala, a una sala donde definitivamente había mejor energía y donde recibí mi primera quimioterapia blanca.

Mi quimio consiste en 6 ciclos de 2 sesiones cada uno. La primera (que recibí el viernes pasado) es de un solo medicamento: Gemcitabina y la segunda sesión que tengo mañana es de gemcitabina + Docetaxel. Después de esto descanso 2 semanas y arranco un nuevo ciclo.
La gemcitabina es más suave que el docetaxel. Hasta ahora, he tenido muy pocos efectos secundarios. Tuve nauseas la siguiente mañana de la quimio. No me siento cansada durante el día, pero si me da sueño muy temprano (no sé si es solo efecto del jetlag) me salió un moradito en el cuello, que de haberlo tenido una semana antes hubiera pensado que era culpa de Peter.
También algunos olores fuertes me molestan, sobre todo los de aerosoles. El pelo se me debilitó inmediatamente, así que decidí salir del problema de una vez y cortarlo. Pensé sinceramente que iba a ser más fácil, creo que a veces me miento a mí misma con el tema de la vanidad. Lo bueno es que el que es lindo es lindo y al parecer no me cae muy mal el pelo mocho.
Como terapias alternativas, sigo visitando al bioenergetico, comiendo sano, tomando té Chino y siendo feliz. Lo triste es que sigo bajando de peso de una forma absurda y eso si me da temor.
Hoy estoy convencida que la mezcla de todo funciona. Sin comer un gramo de carne roja mi hemoglobina está finalmente en un rango normal y ya puedo gritar a los 4 vientos que la anemia se fue de mi cuerpo. Solo espero que no regrese nunca, pero especialmente durante la duración de mi terapia.

Por ahora pido oración, mantras, velas y energías para mañana en mi segunda sesión.

P.S: Terminando de escribir me doy cuenta que no les he contado mi experiencia con el medico Chino. Se las debo porque es absolutamente interesante!

Las Gracias
Hoy mis agradecimientos especiales son para 1 persona en Hong Kong, 1 en Australia y 1 en Cali. Amigos/Familia que uno piensa del montón pero que en momentos como estos, cuando tu ni siquiera estás contando con que van a ser parte fundamental de tu día a día, te muestran que sorprenderse todavía es posible.
Adriana Rey, Silvana Montoya y Claudia Perea
GRACIAS MILES por su compañía, sus mensajes, sus regalos, su tiempo. Quiero que sepan que han sido de una importancia increíble todos estos días de mi vida y que contar con ustedes es otro motivo de alegría para mi.

Gracias como siempre a mi mamá y mi papá, hermosos esperando por mí en Medellín, a Pao por planear su agenda para poder acompañarme, a Cielo por alimentarme con todos mis gadejos. A Nanda y Thomas por abrirme las puertas de su caso incluso sin ellos estar y a Peter por aguantarse mis pataletas pidiendo atención en la distancia.
Gracias a Meli porque no contenta con la página de gofundme, sigue haciendo actividades para recoger más dinero para mí. Gracias por ser mi hermana y por pronto convertirte en familia de Peter también siendo la madrina de nuestro matrimonio.

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